La princesa de hielo (Camilla Läckberg)

Tener en casa varios libros que dicen ser una saga y no leerlos es para mí todo un reto, no puedo resistirme. Me suelen gustar mucho esas historias que terminan, pero que no me obligan a despedirme de los personajes, porque los retoman de nuevo en otro libro que, dependiente e independiente del anterior al mismo tiempo, será una nueva historia. Ese es el caso de los libros de Camilla Läckberg, una escritora sueca que ha conquistado el corazón de la gente de su país. 

En La princesa de hielo la autora comienza la saga con una inquietante historia que mezcla presente y pasado a partes iguales. La protagonista de la novela, Erica, escritora de profesión, vuelve a su pueblo natal tras la muerte de sus padres con el único objetivo de poner las cosas de la casa familiar en orden. Una vez allí se encuentra, sin comerlo ni beberlo, en medio de una investigación policial: su mejor amiga de la niñez, Alex, es encontrada muerta en su casa tras, aparentemente, haberse quitado la vida. Es en este momento cuando el olfato de Erica detecta una posible historia y comienza a investigar la muerte de la que fue su amiga... 

De entre los muchos personajes que aparecen en esta novela, hay que destacar la importante figura de Patrik,  uno de los policías que investiga el suceso, y también antiguo amigo de Erica. Y digo "de entre los muchos" porque en realidad es enorme la cantidad de personajes que aparecen en esta novela tan pequeña, todos ellos con motivos, con lazos, con uniones presentes o pasadas al suceso ocurrido. La autora nos muestra cómo en este pequeño pueblo de la costa sueca, Fjällbacka (impronunciable para muchos de nosotros, y su propio pueblo natal), el tiempo y las intrigas han tejido una inmensa telaraña de intereses y secretos. Y tirar de un hilo es llevarse la telaraña por delante... 

En general el libro me ha gustado mucho. Es una novela de misterio ligera, sencilla, pero que ha resultado ser completamente impredecible. No soy muy buena tachando sospechosos, pero en este caso fui pésima. Además el personaje protagonista, Erica, me fascinó por su sencillez, sus ganas de saber, su deseo de investigar e incluso por su temeridad, en muchos casos. 

Camilla Läckberg ha sido encumbrada a los altares de la Academia Sueca por esta y por las siguientes novelas de la saga. Hay quien la nombra la reina del suspense europeo. Quien recomendó este libro a mi familia lo compara con la saga de Stieg Larsson, la cual aún no he leído. Yo, sin quitar mérito a la obra, y sin poderla comparar con los cuatro volúmenes negros de Larsson que hay en mi estantería, diré que si bien el libro no me ha defraudado, y si bien en Suecia puede ser considerada el "no va más", prodigar tanta bondad de la novela me parece un poco exagerado. 

De todas formas, y como muestra de que en realidad esta no es una crítica negativa, dejo constancia de que seguiré leyendo esta saga hasta que el cuerpo aguante o mis ganas de misterio se acaben, lo que suceda primero.