miércoles, 3 de septiembre de 2014

El cuento de nunca acabar... ¡se muda!

Queridos amigos:

Como habréis comprobado desde hace algunos meses este sitio web, y su hermano, han tenido muy poca actividad.

Las causas de esto son dos: por un lado, todos atravesamos momentos en la vida en que necesitamos retirarnos un tiempo. No ha sido por nada relacionado con el blog, sino por motivos personales. Y los meses pasados fueron ese momento para mí. Tuve que apartarme de muchas cosas para poder seguir adelante, y eso me permitió curarme de todo aquello que me dolía, aunque dejara atrás muchas cosas…

Por otro lado desde hace algunos meses vengo trabajando en otro proyecto de escritura que ha visto la luz durante el mes de agosto gracias a esos días maravillosos que llamamos vacaciones. He creado la web RECOLECTORA para seguir escribiendo sobre esos temas que apasionan: el reciclaje, lo ECO, los libros, y donde habrá, sobre todo, muchas ideas para llevar una Vida Sostenible en el siglo XXI.

Esto quiere decir que me mudo de casa en la web, pero dejo esta llena de artículos y de experiencias por si queréis seguir leyéndolos. No podría hacer otra cosa con un lugar que me ha dado tanto…

Si queréis acompañarme en este camino podéis entrar en RECOLECTORA y formar parte de él. Allí os espero.

Gijón

jueves, 15 de mayo de 2014

Caperucita en Manhattan (Carmen Martín Gaite)



C.S. Lewis dedicó Las Crónicas de Narnia a Lucy Barfield, su ahijada, diciéndole "(…) algún día serás lo bastante mayor para volver a leer cuentos de hadas". Ahora yo también soy lo bastante mayor para decir que ha llegado mi momento de leer este cuento, que no es del todo un cuento pero es fantástico, y que también es real y realista pero tiene magia; que no va de magos ni brujas sino de hadas atípicas, de heroínas, de sueños y de libertad.

jueves, 9 de enero de 2014

Relectura: terapia y reencuentro

Cuando necesitaba un lugar seguro donde refugiarme unos minutos; cuando quise salir de una realidad un poco inestable, un poco temible; cuando me hacía falta un paisaje conocido, unas personas amigas, unos escenarios que me recordaran buenos momentos; cuando no hubiera sido capaz de hacer nuevas amistades en tierras extrañas; cuando todo esto me sucedió, abrí un libro que había leído cientos de veces. 

Pasé unos cuantos días releyendo esa historia, dándome cuenta de que la recordaba a grandes rasgos, pero que algunos pasajes estaban en mi mente como entre niebla... Y disfruté tanto de sus páginas como si las hubiera leído por primera vez, quizá incluso más, porque me reencontré con algo que recordaba bueno y me pareció magnífico. 

Y pensando llegué a la conclusión de que aquello era casi terapéutico. Salir de un lugar real que en ese momento no me gustaba y adentrarme en un sitio familiar, bien conocido, cómodo y predecible me pareció una especie de terapia de reencuentro. 

Desde entonces he pensado que aunque yo no suelo releer, siempre hay algún libro que repito, alguno que está entre mis favoritos y goza de mi más absoluta confianza para esos momentos en los que no sé qué llevarme a los ojos, o en los que apenas tengo un rato para leer. 

Ahora que el tiempo escasea voy a hacerme con una lista de libros a los que puedo volver. Serán libros que me hagan sentir cómoda y no culpable si las páginas no avanzan, porque como ya nos conocemos no me juzgan. 


¿Tenéis libros a los que volvéis de forma recurrente?
¿Hay alguno que sea especial y que hayáis leído cientos de veces?
¿Habéis sentido, como yo, que releer era una terapia de reencuentro?
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...