Cuento: Alicia en el País de las Maravillas

He aquí mi nueva adquisición para la colección de álbumes ilustrados, y ya van tres. Llevaba mucho tiempo detrás de este cuento de Edelvives, un curso entero, más o menos. Me ha costado unos cuantos notables que cayera en mis manos, pero ¡aquí está!

El cuento de Alicia en el País de las Maravillas siempre me ha gustado mucho aunque reconozco que estaba enormemente influenciada por la película de Disney. El año pasado disfruté mucho de la película de Tim Burton a pesar de ser algo completamente nuevo y diferente, y en verano leí el libro y también me encantó. Por todo eso tenía muchas ganas de tener este álbum. Mi colección crece poco a poco, pero con pasos seguros... aunque no creo que vuelva a tener nada nuevo hasta septiembre, por lo menos. 

El texto de este álbum es el original de Lewis Carrol del año 1865, sin trampa ni cartón. No incluye, en cambio, Alicia a través del espejo, escrita en 1871 y que también contiene pasajes memorables. 

Imagen de Alice Liddell tomada por Carroll. 

Lo que más me ha gustado, de nuevo, son las ilustraciones de Rébecca Dautremer (la misma ilustradora de "Diario secreto de Pulgarcito") por una sencilla razón: ha huido de todo lo conocido y de todo lo anterior para hacer algo muy distinto, algo como volver al principio de los tiempos. Tomando como punto de partida a la niña que inspiró a Carroll para escribir el cuento Dautremer nos lleva por las páginas del libro de la mano de una Alicia morena con el pelo al hombro. Curioso aunque de lo más lógico, ¿no?

Cuando leí el cuento por primera vez no entendí mucho. La verdad es que se podía pasar por las páginas con facilidad, de un mundo de fantasía a otro, de pasaje a pasaje, y me pareció que hacía falta poca concentración para entrar en la historia de Alicia y comprender algo. Sin embargo, al leerlo de nuevo me di cuenta de que detrás de un mundo de fantasía delirante hasta el extremo hay una serie de cuestiones que subyacen en el texto por si alguien, de repente, quiere ponerse a rebuscar. Por eso me pareció muy interesante, por ejemplo, esa parte tan conocida en la que Alicia se encuentra con la oruga, que casi sin dejarla hablar le pregunta: 

- ¿Quién eres tú?

Aquel que pueda contestar algo coherente sin pararse a pensar más de quince minutos tiene mi más sincera enhorabuena. 

Aquí os dejo una foto comparativa de los dos libros de la ilustradora para que os hagáis una idea del tamaño del cuento. La verdad es que es enorme y precioso.