Crónicas de la Torre I. El Valle de los Lobos (Laura Gallego García)

Después de mucho tiempo queriendo leer algo de Laura Gallego García, algo que por fin me conectara con tanta gente de mi generación que ha leído sus libros, decidí meterme en el mundo de las Crónicas de la Torre. Los libros son de mi hermana, que los tiene desde hace varios años. Y yo, que no he leído nunca nada que pueda considerarse "fantasía épica", decidí empezar por algo pequeño antes de entrar en las Memorias de Idhún o en El Señor de los Anillos. 

En esta primera entrega de la saga, Laura Gallego nos presenta a Dana, una joven granjera, que vive junto a su familia y su inseparable compañero Kai y que posee un talento especial que ella misma desconoce y que le hace parecer una chiflada frente a sus conocidos. Tras un encuentro casual con un hombre misterioso al borde de un pozo, recibe de él una invitación para acudir a una escuela de Hechicería situada muy lejos de su hogar, en la Torre del Valle de los Lobos. Es allí donde, junto a su Maestro, la enana Maritta y Fenris el elfo, conocerá qué poderes anidan en su interior, y también qué es lo que realmente le llevó hasta allí y qué misión está llamada a realizar. 

Aunque éste libro se aleja mucho de lo que suelo leer habitualmente, y de lo que he leído toda mi vida, he de decir que me ha gustado mucho la historia de amor, magia y ambición que Laura Gallego comienza con este libro. 

Estando tan alejada como estoy del mundo de la fantasía me cuesta reconocer en El Valle de los Lobos las influencias recibidas de otros títulos, y las "emanadas" hacia otros libros publicados posteriormente. Sin embargo, empiezo a entender que en este mundo hay ciertas criaturas que tienen caracteres inalterables, escriba quien escriba, cuando se trata de fantasía (como los elfos o los enanos). 

Este libro, que a mis alturas de la vida se me ha hecho muy corto, me ha hecho pensar en la cantidad de jóvenes que no han comenzado a disfrutar de la literatura porque les han recomendado (u obligado a leer, en el colegio) libros juveniles que no les han gustado. No a todo el mundo le gusta la novela histórica, ni la realista, ni la futurista… homogeneizar de esta manera a una clase de veinticinco alumnos es, cuanto menos, arriesgado, y sin duda un error a partir de cierta edad. Si alguien hubiera dado a mis compañeros la opción de leer esto a los catorce o a los quince años, a lo mejor hubieran abierto el libro con otra actitud. 

Sin duda, seguiré leyendo esta serie, porque mi hermana tiene todos los volúmenes. Luego ya pensaré si entro en este género con algo más fuerte.