Como agua para chocolate (Laura Esquivel)

La verdad es que últimamente mi tiempo para leer se ha reducido mucho. Aún así no he podido dejar de terminar, a ratitos, por las noches, este estupendo libro que compré hace unos meses en la Cuesta de Moyano (en Madrid) mientras buscaba un regalo para una amiga. A mí me merece la pena no dejar de leer, aunque sea un minuto solamente el que puedo dedicarle cada noche. Aunque se me cierren los ojos en la segunda página. Pero eso, en época de exámenes, me ayuda a saber que "todo sigue igual" y que hay costumbres que ni puedo, ni quiero, ni debo perder. 

He disfrutado mucho éste libro de Laura Esquivel. Era lo que necesitaba en este momento. Es un libro pequeño, escrito en términos sencillos, así que no iba a requerir mucha memoria RAM por mi parte. ¡Pero ojo!, no se trata de un libro simple, ni mucho menos. 

Está estructurado en doce capítulos: doce meses, doce recetas, doce momentos fundamentales de la vida de Tita, la protagonista, contados por su sobrina nieta. 

La historia comienza cuando Tita, por ser la hermana pequeña, se ve impedida para casarse con el hombre al que ama (Pedro) porque su obligación es cuidar de su madre cuando ésta envejezca. Él, por su parte, se casa con Rosaura, la hermana de Tita. Hasta aquí pienso leer, aunque hay reseñas que van un poco más allá. Sólo adelantaré que a este triángulo hay que añadirle la figura de la madre de estas dos chicas, Mamá Elena. A mí me ha parecido un personaje fundamental en la obra, contundente, rotunda, autoritaria y egoísta, y muy parecida a la Bernarda de Lorca, por poneros un ejemplo del alguien parecido. 

Laura Esquivel, autora.

El libro es un recetario en el que cada mes se nos enseña una receta típica de la cocina mejicana. El propio libro se define como novela de entregas mensuales, con recetas, amores y remedios caseros. Así, ingrediente tras ingrediente, Tita nos va mostrando sus sentimientos hacia Pedro, hacia sus hermanas, cómo va afrontando la situación... Y poco a poco acabará influyendo en el comportamiento de los personajes de la obra, manipulando las situaciones según la receta que ella cocina y que los comensales degustan. 

Pero hay más. Hay un componente mágico en este historia, un ingrediente de fantasía que hace del libro algo mucho más especial todavía, y que acaba conformando una historia de amor de esas que ya no quedan. 

Yo recomiendo este libro a todos aquellos que quieran leer algo distinto, que estén cansados de la novela histórica (que parece que sale de debajo de las piedras en las tiendas de libros) o de los últimos best-sellers. También si leísteis Chocolat (Joanne Harris) y os encantó eso de poder oler lo que está descrito en las páginas del libro. La única pega que le pongo es que, como no soy mejicana, había muchos ingredientes de los platos que no conocía. Pero no saber algo nunca me ha impedido soñar ni disfrutar...