Cuento: ¡Julieta, estate quieta!

Mi madre, antes que directora y que muchas otras cosas, es maestra. Por eso, por el afán de enseñar y de que los niños con los que trabaja encuentren en la lectura el pasatiempo del que ella misma disfruta, siempre que puede baja a las clases a contarles cuentos. Este es el regalo que una niña muy agradecida le hizo a mi madre hace unos días. Ella lo ha donado a mi colección de álbumes ilustrados y cuentos, aunque ya empiezo a creer que esta colección es de "fondo común", como la de los bolsos y los collares, de lo cual me alegro mucho. 

¡Julieta, estate quieta! es un libro de Rosemary Wells del cual se ha hecho una nueva edición recientemente (2008). Edita en España Alfaguara Infantil. Hubo que ajustar el título original, Noisy Nora, que fue cambiado hasta el actual con el único fin de que con la traducción no se perdiera de vista el sentido del libro ni su rima. La traducción al castellano, de Miguel Azaola, mantiene el ritmo del cuento, lo cual ayuda a la hora de contarlo a los más pequeños. Si alguna vez habéis contado algún cuento a un niño sabréis que la rima y la repetición de frases hacen que sigan mejor la trama. 

La historia de Julieta tiene más trasfondo del que pueda parecer. Ella es la hermana mediana (la hermana sandwich, como la llaman ahora los entendidos), así que tiene dos hermanos. Salustiano es el pequeño y Mamá se ocupa de él: le da de cenar, le baña.... Flor es la hermana mayor, así que mientras Mamá se ocupa del pequeñín, es Papá el que hace los deberes con Flor y le presta toda la atención. ¿Pero quién hace caso a Julieta? Nadie. Ella tiene que estarse quieta. Esta es la historia de cómo Julieta se cansa de esperar y estarse quieta y comienza a protestar por esta situación. 

Me gustó mucho recibir esta donación de mi madre para la colección porque yo de pequeña he disfrutado mucho con este cuento. Además, al leerlo ahora de nuevo, me he dado cuenta de que las ilustraciones que tiene son muy expresivas, las caras son muy graciosas y reflejan susto o alegría con la mayor naturalidad. Por eso ayudan mucho a ver la moraleja del cuento: todos somos imprescindibles en nuestras familias, y nuestros padres nos quieren aunque en algunos momentos no nos presten toda la atención que quisiéramos. Me parece una buena enseñanza para los niños. 

Este cuento es muy famoso y seguro que muchos lo conocéis. ¿Qué os parece a vosotros?