La catedral (César Mallorquí)

La catedral es la historia de Telmo Yánez, aprendiz de cantero en el siglo XIII, que va a participar en la construcción de una catedral en Kerloc'h, en la Bretaña francesa. Desde el primer momento la construcción del edificio está marcada por el misterio, pues el dinero que la financia está bajo sospecha, y además ha desaparecido el maestro cantero, jefe de la construcción, bajo muy extrañas circunstancias. Todo ello nos sumerge en una historia medieval que mezcla papado, templarios, otras órdenes de caballería, artesanos (hombres libres), y mucho misterio. 

Como ya os comentaba en la entrada anterior al hilo de un premio, yo clasifico los libros según épocas del año, puesto que soy plenamente consciente de el tiempo que ocupan mis estudios en mi vida. Por eso en invierno leo libros más finos, y cuando voy en metro busco por toda la casa libritos de tamaño más pequeño que me quepan en el bolso y me entretengan durante el viaje. En uno de mis últimos viajes en metro elegí este libro, y lo que comencé a leer me gustó tanto que seguí leyendo en casa y al día siguiente. Resulta que este libro lo había catalogado en un tercer apartado: el de libros olvidados. 

Me regalaron este libro hace unos años, pocos, pero tarde. ¿Por qué tarde? Este libro pertenece a lo que se denomina literatura juvenil, y aunque yo sigo siendo joven, con 19 años ya había leído bastantes cosas, y pensé que nunca volvería a esas estanterías. Pero me equivocaba. Echando un vistazo a El templo de las mil puertas, revista de literatura juvenil que os recomiendo encarecidamente, encontré una mención a este libro en uno de sus números antiguos. Me di cuenta de que yo lo tenía desde hacía años, muerto de risa en la estantería, y entonces fue cuando lo elegí para que me acompañara en el metro. 

César Mallorquí

Con este libro he recuperado un recuerdo, el de lo que yo leía en la Educación Secundaria, y casi siempre un poco antes de que mi edad alcanzara las edades recomendadas en las portadas de los libros. He visto cómo César Mallorquí se puede llevar de calle a los jóvenes con esta novela histórica, como si fuese un preludio de otras novelas que podrán leer, si quieren, años después. Y he recordado también que la literatura juvenil no es necesariamente más sencilla y fácil que la de adultos, pues en ésta novela no se explica ninguna palabra en latín, ningún término arquitectónico ni otras muchas cosas que un adolescente quizá aún no conozca, sino que se dejan ahí, como en cualquier otra novela, para que pregunten a sus padres y profesores o abran sus libros de texto en busca de lo que desconocen. Quizá por eso esta novela fue Premio Gran Angular en 1999. 

Ha sido una experiencia muy gratificante volver a leer literatura juvenil, tanto que creo que lo haré más a menudo a partir de ahora para compartirlo con vosotros, y recordaré otros muchos libros que son clásicos juveniles pero que yo, por querer llegar a los clásicos de adultos, nunca leí.