La escueta llamada de Sebastián Guadalimar, el notable de Mágina, le cita en la parroquia de El Salvador a unas horas intempestivas para su costumbre. La causa es que alguien se ha llevado de la parroquia al Santísimo Cristo de la Greña, estrella de la procesión del Jueves Santo, a sólo tres semanas del esperado acontecimiento. Y él es la persona de confianza de don Sebastián para recuperarlo.
En ese mismo momento comienza la aventura de Lorencito Quesada, que esa madrugada tomará un tren a Madrid para seguir la pista de la talla y encontrarse con situaciones a las que nunca antes se había enfrentado.
Aunque he leído esta novela igual que todas las que he leído últimamente (poco a poco, casi sin tiempos valiosos de "cerebro despejado") la he disfrutado mucho porque es distinta a todo lo que he leído hasta ahora de Muñoz Molina. El jinete polaco y Plenilunio son novelas serias, duras, cada una a su manera, por no hablar de su reciente Todo lo que era sólido, pero ésta me ha resultado mucho más divertida y distendida. Se aprecia un toque de humor nada despreciable en esta historia. Es un libro ligero que descansa al lector de la lectura pausada y reflexiva de otras de sus obras y le introduce un poco más en Mágina; en este caso le conduce a uno de sus habitantes más entrañables: Lorencito Quesada.
Además, para mí se trata de un libro especial. Me fue regalado por sorpresa en la Feria del Libro de Madrid de este año, cuando iba a la caseta en que Muñoz Molina estaba firmando ejemplares. Delante de él, y cuando ya nos había firmado nuestros libros, mi acompañante (que es el responsable de que conozca a este magnífico escritor, y que también me regaló El jinete polaco) lo sacó de su bolsa y Muñoz Molina me lo dedicó allí mismo.
Te gustará si:
- has leído El jinete polaco y te gustó el tierno personaje de Lorencito Quesada.
- buscas algo entretenido y ligero, pero de buena calidad.
- quieres leer un registro distinto y (para mí) sorprendente de Muñoz Molina.
Buenas y calurosas tardes :)
ResponderEliminarY yo que creía dominar casi toda la bibliografía escrita por mi paisano... No conozco Los misterios de Madrid salvo por alguna breve mención, aunque si incluye a nuestro insigne reporter Lorencito, debe estar bien. Acostumbrado al registro intimista y reflexivo de Molina, cuesta asignarle una voz más directa y con toques de humor. Aunque tras leer Todo lo que era sólido queda claro que se adapta bien a otras voces fuera de la habitual.
Ni que decir tiene que te reconozco mi sana envidia por contar además con un ejemplar dedicado por el autor. Debió ser toda una experiencia si además te lo regalaron durante la firma. Espero que Muñoz Molina te causase buena impresión como persona de carne y hueso. Hace algo más de un año asistí a una charla suya y me pareció un hombre magnífico, muy en la línea de lo que esboza en su página web casi a diario.
Gracias por la reseña. Lo añadimos a la lista.
Un abrazo!
Sólo he leído Plenilunio de este autor, y me dejó con ganas de seguir conociéndole. Pero aún no me he acercado a otra obra suya. Y con ésta me picas la curiosidad, ya que cambia tanto de registro.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leído nada de Muñoz Molina, pero en unos meses está prevista la lectura de "Un invierno en Lisboa" en mi club de lectura. Recibiste una gran sorpresa y una agradable lectura.
ResponderEliminarBesos
Tienes razón que tiene un tono más ligero. a mitambién me sorprendió en su momento.
ResponderEliminarHas dado con una fan total de AMM
Besos