La sangre de los inocentes (Julia Navarro)

Esta novela de Julia Navarro trata como algo global un problema que muchas veces nosotros mismos consideramos exclusivo de ciertas culturas: el fanatismo religioso. Pero no, resulta que bien unido, bien argumentado, todo está relacionado, y las tres grandes religiones monoteístas pueden ponerse rojas ante la mención de este tema. 

La historia de La sangre de los inocentes no transcurre en una época, sino en muchas, tanto que abarca desde la Edad Media, con el asedio por parte de la Inquisición a la zona (ahora francesa) del Languedoc, hasta llegar a la actualidad y al Centro Antiterrorista de Bruselas, pasando por la II Guerra Mundial. 

Un personaje es el que une tan enorme línea del tiempo, Fray Julián, un fraile secretario de la Inquisición en el momento en que se iba a condenar a los credentes del Languedoc (una rama del cristianismo separada de la Iglesia Católica por no estar de acuerdo con su forma de vida). El hombre es contratado por una de las credentes para que escriba todo lo que sucede y las injusticias que están teniendo lugar, y para que todo el mundo sepa lo que allí ha pasado. Fray Julián se debate entre la Verdad que le enseña la Iglesia y la Verdad que le muestra su ama, y ya no sabe si lo uno es lo bueno, o si lo es lo otro. Su tormento llega al papel... y llega a escribir que "alguien vengará la sangre de los inocentes...". 

Su crónica sobrevive a los años y es objeto de estudio de un profesor universitario, lo cual la hace más famosa. Es precisamente este documento el que sirve de base para enlazar las fanáticas ideas de tres grupos de personas que, al amparo de su respectiva religión y de las palabras del documento (interpretadas a la manera de cada uno), pretenden sembrar el caos en el mundo entero.

Me ha gustado mucho esta novela por el tema que trata. He entendido un poco más el conflicto israelí, también he aprendido cosas sobre la comunidad musulmana en España, sobre los obstáculos que tienen que vencer ellos mismos para con sus propia cultura... Sí, en realidad me ha gustado mucho. 

Lo que pasa es que yo no acabo de pillar el punto de Julia Navarro. Ya leí hace un año y algo La biblia de barro y no me gustó mucho. Y si bien es cierto que ese libro no tiene ni punto de comparación con éste (éste es mucho mejor), sigo sin cogerle el truco. A pesar de todo lo que me ha gustado, el final del libro me ha parecido un poco... escaso. Hay unas cuantas preguntas que quisiera hacerle a la autora porque no me las ha respondido, y en otro caso no es que deje un cabo suelto, es que me da a elegir cuál es la respuesta... tú decides... Y a mí eso no me ha parecido bien. 

De todas formas es un libro en el que se aprende mucho y que te hace replantearte los esquemas que, hasta ahora, nos hemos hecho en nuestra cabeza.