Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (Albert Espinosa)

Este es el libro que me regalé este año cuando fui a la Feria del Libro de Madrid. Tenía muchas ganas de tenerlo, y desde la primera caseta supe que sería él el que me llevaría, aunque esperé hasta la última para comprarlo. 

Dani, el protagonista de esta historia, es un detective especializado en buscar niños desaparecidos. Al hilo de la última misión que le encargan, que coincide con la ruptura de su relación con la mujer que ama, Dani cuenta en primera persona cuál es su circunstancia, y poco a poco va explicando quién es y las razones y dificultades que, a lo largo de toda su vida, le han hecho evolucionar hasta llegar a lo que es ahora. 

Hay muchos tipos de libros, según quién escriba y quién lea. Los hay de aventuras, policíacos, novela histórica, realistas, de ciencia-ficción, fantásticos… Si yo tuviera que encasillar este libro lo metería en un apartado distinto que he creado para mis libros. Yo los divido en dos secciones: los que me entretienen y me sacan de mi mundo para llevarme a otro, y los que, además de eso, me enseñan algo. 

Hay una serie de libros en mi estantería que me ofrecen algo más que diversión, y este es uno de ellos. En palabras del propio Albert Espinosa, es difícil ordenar por importancia las enseñanzas de vida, y lo mismo digo yo de este tipo de libros: no puedo hacer un ranking. Lo que tengo claro es que Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven pasa a formar parte, desde ahora mismo, de esos pocos libros de "filosofía de vida" de los que soy capaz de extraer cosas de provecho. 

Es un libro que se lee muy rápido por dos razones: es muy entretenido y además no es muy largo. Pero, como pasa con otros muchos , no hay que medirlo por el número de páginas, por más que a mí me gusten los tochos enormes. La historia dura unas pocas horas, y en cambio se trata de un recorrido por la vida entera de Dani. 

Hay asombrosas casualidades en este libro (¿he dicho casualidades? Yo no creo en la casualidad…), hay magia, vida cotidiana y miedos humanos; hay desgracias que aunque no nos gusten le pueden pasar a cualquiera, hay encuentros fortuitos con personas que merece la pena conocer (de nuevo… ¿seguro que eran fortuitos?), hay viajes, hay amor y desamor, hay buenas y malas noticias… Es un libro como la vida misma. 

Además es elegante, está escrito con mucho estilo y, desde luego, se nota que fue comenzado cuando el autor tenía algo que contar. Esto último a mí me parece crucial. Yo conocí a Albert Espinosa cuando apareció en El Hormiguero (el programa de Pablo Motos) para promocionar este libro precisamente. Fue unos pocos días antes de que yo lo comprara, y esa entrevista fue el detonante de mi deseo por este libro. Pero una vez que lo compré y leí la breve nota sobre el autor, me di cuenta de que ya lo conocía de antes, pues ha sido guionista, entre otras cosas, de películas como Cuarta planta y Va a ser que nadie es perfecto. La primera película es buenísima, pero a mí me pareció muy dura (o yo era un poco pequeña). En cambio la segunda os la recomiendo encarecidamente si no la habéis visto: es entretenida y divertidísima, y en clave de humor te hace tomar conciencia de lo difícil que lo tienen en esta sociedad, diseñada para gente homogénea, las personas que no son como el resto. 

Y de eso va este libro precisamente, que está dedicado "a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales". Con esta frase lapidaria no creo que sea necesario que añada nada más.